Bultos perforantes frente a queloides: Cuál es la diferencia y cómo tratarlos

Are you struggling with bumps or raised scars around your piercings? Getting a body piercing is an exciting decision, but sometimes the healing process doesn’t go as smoothly as expected. If you’re experiencing a bulto punzante or a keloid, it can be frustrating and confusing to know what’s going on. That’s why we’ve created this guide to help you identify and understand the differences between piercing bumps and keloids.

Tanto si eres nuevo en el mundo de los piercings como si eres un profesional experimentado, este artículo te proporcionará los conocimientos que necesitas para tomar decisiones informadas sobre tu cuerpo y cómo cuidarlo. Así que vamos a explorar los bultos y queloides de los piercings.

Puntos clave

  • Las protuberancias del piercing son pequeñas zonas elevadas causadas por irritación, infección o respuesta natural.
  • Las protuberancias son habituales en los piercings de cartílago, ombligo, superficie e industriales y tienen una textura rojiza y más blanda.
  • Los tipos de bultos de perforación incluyen cicatrices hipertróficas, pústulas y granulomas.
  • Los queloides perforantes son cicatrices por sobreproducción de colágeno, son más grandes y firmes, y pueden extenderse más allá de la herida original.
  • Entre los factores que contribuyen a la aparición de bultos y queloides se incluyen las infecciones, las joyas de mala calidad, los traumatismos y los cuidados posteriores inadecuados.
  • Las protuberancias de los piercings tienden a resolverse por sí solas con los cuidados adecuados, mientras que los queloides pueden requerir intervención médica.
  • ¿Qué son los bultos del piercing?

    Las protuberancias de los piercings son pequeñas zonas elevadas alrededor de los piercings nuevos o existentes. Suelen aparecer por irritación, infección o respuesta natural del organismo al piercing. Suelen ser pequeños, redondos u ovalados, de color rojizo o carne. Su textura es más blanda, como la de la propia piel, y suelen aparecer cerca de la zona del piercing.

    Estas protuberancias son más frecuentes en los piercings de cartílago, ombligo, superficie e industriales. Suelen aparecer durante el proceso de cicatrización, que varía en función del tipo de piercing.

    Vamos a desglosar algunos tipos de golpes de piercing:

    • Cicatrización hipertrófica: Protuberancias elevadas y rojizas debidas al crecimiento excesivo de tejido cicatricial. Mejoran con los cuidados adecuados.
    • Pústulas: Pequeños bultos llenos de pus causados por irritación o infección. Mantenga limpia la zona para que cicatrice más rápidamente.
    • Granulomas: Pequeñas protuberancias carnosas causadas por la respuesta inmunitaria del organismo. Mejoran con cuidados constantes.

    Las características de los bultos perforantes incluyen:

    • Forma pequeña, redonda u ovalada
    • Color rojizo o carne
    • Textura más suave, similar a la piel
    • Situado cerca del lugar de perforación

    ¿Cuál es la causa de los bultos del piercing?

    Los bultos de los piercings pueden ser antiestéticos y a veces dolorosos, pero en general son inofensivos. Hay varios factores que contribuyen a la aparición de protuberancias en los piercings:

    • Infección: Un cuidado inadecuado permite la entrada de bacterias, causando inflamación y bultos punzantes.
    • Reacción alérgica: Las alergias a los metales pueden desencadenar inflamación y formación de protuberancias.
    • Joyas de mala calidad: Las joyas de baja calidad o mal ajustadas pueden irritar los tejidos y provocar protuberancias.
    • Trauma: La presión repetida o los enganchones pueden provocar la formación de protuberancias.
    • Limpieza excesiva: La eliminación de los aceites naturales provoca sequedad e irritación, lo que contribuye a la aparición de granitos.
    • Cuidados posteriores inadecuados: Ignorar las instrucciones de postratamiento puede dar lugar a complicaciones, incluidos los golpes.

    ¿Qué son los queloides?

    Los queloides perforantes son un tipo de cicatriz que se forma debido a la sobreproducción de colágeno durante la cicatrización. Son más frecuentes en personas con predisposición genética a la formación de queloides. Los queloides son más grandes, irregulares y a menudo se extienden más allá de la herida original. Suelen tener un color más oscuro, que puede ir del rosa al rojo o marrón.

    Los queloides tienen una textura más firme y gomosa que los diferencia de las protuberancias normales de los piercings. Pueden formarse alrededor de la zona del piercing y extenderse más allá de ella. Los queloides de piercing pueden aparecer en cualquier tipo de piercing, pero es más probable que aparezcan en piercings con tiempos de cicatrización más largos. Los queloides suelen aparecer meses o años después de la perforación inicial.

    Las características de los queloides perforantes incluyen:

    • Mayor tamaño con forma irregular
    • Color más oscuro, puede volverse brillante o descolorido
    • Textura más firme y gomosa
    • Puede extenderse más allá de la herida original

    ¿Cuáles son las causas de los queloides?

    Los queloides son cicatrices gruesas y elevadas que pueden formarse alrededor de un piercing. Varios factores contribuyen al desarrollo de queloides:

    • Predisposición genética: La respuesta exacerbada a las lesiones cutáneas puede causar queloides.
    • Tipo de piel: Los tonos de piel más oscuros o los antecedentes familiares aumentan el riesgo de queloides.
    • Lugar de perforación: Los lóbulos de las orejas, el pecho y la espalda son más propensos a los queloides.
    • Infección: Las infecciones bacterianas pueden empeorar la cicatrización e inducir queloides.
    • Cuidados posteriores inadecuados: Descuidar las instrucciones de postratamiento aumenta el riesgo de queloides.
    • Trauma: La irritación o la presión repetidas exacerban la cicatrización, dando lugar a queloides.

    ¿Cuál es la diferencia entre queloides y bultos perforantes?

    Las principales diferencias entre los queloides y las protuberancias de los piercings radican en su duración, aspecto y causa. Las protuberancias de los piercings suelen ser temporales y tienden a desaparecer por sí solas con los cuidados adecuados. En cambio, los queloides son permanentes y pueden requerir intervención médica.

    Además, los bultos de piercing son más pequeños y tienen una textura más blanda, mientras que los queloides son más grandes, tienen una forma irregular y una textura más firme y gomosa. Independientemente de la ubicación del piercing, ya sea cartílago, nariz u oreja, las diferencias entre los bultos de piercing (como las cicatrices hipertróficas) y los queloides siguen siendo las mismas.

    Es esencial comprender la diferencia entre un bulto de piercing y un queloide para garantizar un proceso de cicatrización seguro y saludable. Si aprendes a identificar estos problemas y sabes cuándo buscar ayuda profesional, podrás minimizar el riesgo de complicaciones y disfrutar de tu piercing con confianza.

    Característica Piercing Bump Perforación queloide
    Definición Pequeñas zonas elevadas alrededor de un piercing Tipo de cicatriz por sobreproducción de colágeno
    Causa Irritación, infección, respuesta natural del cuerpo Predisposición genética, proceso de curación
    Tipos comunes de piercing Cartílago, ombligo, superficie, industrial Cartílago, superficie, otros tipos
    Tiempo de cicatrización Aparece durante el proceso de curación Se desarrolla meses o años después de la perforación
    Tamaño y forma Más pequeño, redondo u ovalado Más grande, forma irregular
    Color Rojizo o de color carne Más oscuro, puede volverse brillante o descolorido
    Textura Más suave, similar a la piel Más firme, gomoso
    Ubicación Cerca de la zona de perforación Alrededor o más allá de la herida original

    ¿Cómo eliminar las protuberancias de los piercings?

    Deshacerse de los granitos de los piercings puede parecer un reto, pero no te preocupes. Estamos aquí para guiarte en el proceso con algunos consejos útiles. Ten paciencia, porque la cicatrización puede llevar tiempo.

    1. Mantenlo limpio: Asegúrate de limpiar la zona del piercing con una solución salina o un antiséptico recomendado por tu perforador. Esto ayuda a prevenir infecciones y favorece la cicatrización. Evita el alcohol o el peróxido de hidrógeno, ya que pueden ser demasiado fuertes y ralentizar el proceso de cicatrización.
    2. Evita tocarlo: Resiste el impulso de tocarte o hurgarte el bulto, ya que esto puede introducir bacterias y empeorar la situación. Lávate siempre bien las manos antes de manipular el piercing o cambiar la joya.
    3. Opta por joyas hipoalergénicas: Para evitar irritaciones y reacciones alérgicas, asegúrate de que las joyas de tu piercing están fabricadas con materiales hipoalergénicos, como acero quirúrgico, titanio o niobio.
    4. Aplique una compresa caliente: Empapa un paño limpio en suero fisiológico caliente y presiónalo suavemente contra el bulto durante unos minutos, una o dos veces al día. Esto puede ayudar a reducir la hinchazón y favorecer la curación.
    5. Considera los tratamientos sin receta: El aceite del árbol del té o la crema de hidrocortisona pueden ayudar a aliviar la irritación y la hinchazón. Sin embargo, utilice estos tratamientos con moderación y siga cuidadosamente las instrucciones del producto. Si no está seguro, consulte a un profesional sanitario antes de utilizar cualquier producto nuevo.
    6. Dale tiempo: Recuerda que la curación puede llevar tiempo, así que intenta ser paciente. Si el bulto no mejora al cabo de varias semanas o si observas signos de infección (como enrojecimiento, calor o pus), es fundamental que consultes a un profesional sanitario para que te asesore.

    ¿Cómo eliminar los queloides?

    Tratar los queloides puede ser un poco complicado, ¡pero no te preocupes! Estamos aquí para ayudarte con algunos consejos útiles. Recuerda que el tratamiento de los queloides puede requerir asistencia profesional, así que prepárate para consultar a un profesional sanitario.

    1. Consulte a un dermatólogo: Si sospecha que tiene un queloide, es importante que acuda a un dermatólogo para que le haga una evaluación y un plan de tratamiento adecuados. El dermatólogo le recomendará el mejor tratamiento en función del tamaño, la localización y la gravedad del queloide.
    2. Tratamientos tópicos: Su dermatólogo puede recomendarle un gel o crema de silicona tópica para ayudar a aplanar y reducir el aspecto del queloide. Asegúrate de seguir sus instrucciones y aplicar el tratamiento de forma constante para obtener los mejores resultados.
    3. Inyecciones de corticosteroides: En algunos casos, el dermatólogo puede sugerir inyecciones de corticosteroides para ayudar a reducir el queloide. Estas inyecciones suelen administrarse cada 3-4 semanas hasta que el queloide reduce su tamaño o desaparece.
    4. Crioterapia: Este tratamiento consiste en congelar el queloide con nitrógeno líquido, lo que puede ayudar a reducirlo y mejorar su aspecto. La crioterapia puede utilizarse sola o en combinación con otros tratamientos, dependiendo de su situación específica.
    5. Terapia láser: Algunos dermatólogos pueden ofrecer terapia láser para ayudar a reducir el tamaño y el aspecto de los queloides. Este tratamiento también puede ayudar a mejorar el color y la textura del queloide, haciéndolo menos perceptible.
    6. Extirpación quirúrgica: En raras ocasiones, puede recomendarse la extirpación quirúrgica del queloide. Sin embargo, esta opción conlleva el riesgo de que el queloide reaparezca o incluso aumente de tamaño. Es esencial comentar los posibles riesgos y beneficios con su dermatólogo antes de optar por la cirugía.
    7. Medidas preventivas: Si eres propenso a los queloides, toma medidas para evitar que se formen. Esto puede incluir evitar los piercings o tatuajes, tratar rápidamente las lesiones cutáneas leves y aplicar láminas o gel de silicona en las heridas que cicatrizan.

    Fotos de perforaciones y queloides

    Para comprender mejor las diferencias entre las protuberancias de los piercings y los queloides, puede ser muy instructivo examinar imágenes que comparen ambos tipos de protuberancias. Aunque estas imágenes pueden ayudarte a identificar características comunes, es importante que consultes a un perforador profesional o a un dermatólogo si no estás seguro o te preocupa un bulto cerca de tu piercing. Esto garantizará una evaluación segura y precisa.

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